lunes, 23 de diciembre de 2013

¡FELICES FIESTAS!

Desde el Gabinete de Fisioterapia Getsemaní Úbeda queremos, a través del blog, transmitiros nuestros mejores deseos para las fiestas navideñas . Esperamos que en el año que está a punto de comenzar podáis cumplir todos vuestros propósitos y, sobre todo, mucha salud. Nosotros estaremos, como siempre, a vuestra disposición para ayudaros a conseguirlo.

La clínica estará cerrada los días 24, 25, 31 de Diciembre así como el 1 y 6 de Enero. El resto de días podéis encontrarnos en la consulta o contactar con nosotros por teléfono, correo electrónico, este mismo blog o en nuestras páginas de Facebook (Fisioterapia Getsemaní Úbeda) y Twitter (@FisioGetsemani)

¡¡FELIZ NAVIDAD Y FELIZ 2014!!



jueves, 5 de diciembre de 2013

Infiltraciones: ¿una verdadera solución?

¡Hola a tod@s! Después de hablar en los últimos posts sobre algunas lesiones comunes que suelo ver en mi consulta (temática que continuaremos más adelante), esta vez os quiero hablar de una técnica invasiva que tiene como finalidad la eliminación del dolor: las infiltraciones. Sus pros y sus contras.

 Si habéis tenido o conocéis de alguien que padezca problemas en alguna articulación (rodilla, hombro...) sabréis exactamente a qué me refiero. Además, es común escuchar en los medios de comunicación que a un deportista profesional se le ha "infiltrado" para poder participar en una competición determinada. Pero, ¿es una técnica realmente eficaz? ¿Qué efectos a corto y largo plazo puede tener? ¿Es una verdadera solución al problema?

foto: tutraumatologo.com


¿En qué consiste una infiltración?

Se trata de una técnica invasiva que consiste en la aplicación de forma local, a modo de inyección, de una mezcla de corticoides y anestésicos con la finalidad de eliminar o aliviar dolores musculares, articulares, tendinosos, etcétera.

¿Qué son los corticoides y por qué se prescriben?

Los corticoides son una sustancia química que, como casi todos hemos oído alguna vez, es en sí misma perjudicial, ya que inhibe la formación de colágeno por el organismo, provocando un deterioro tanto del hueso como del cartílago y aumentando el riesgo de padecer osteoporosis.

Sin embargo, es cierto que esta sustancia tiene un gran poder antiinflamatorio. Por ello, muchos médicos suelen aplicar la técnica de su infiltración ante la persistencia de dolor en algunos pacientes con lesiones. 

Pros y contras 

La infiltración es un método que puede ser efectivo en la calma del dolor.  El peligro es que lo rápido no siempre es lo mejor. Muchas veces, en mi opinión, el médico busca una solución rápida y a la desesperada. No debemos olvidar que el dolor es una señal de alarma de nuestro cuerpo que nos avisa de que algo no va bien; su eliminación no implica que la lesión que lo provoca haya desaparecido, por lo que ésta puede agravarse e incluso cronificarse. Este es el caso que comentábamos al principio del post de deportistas profesionales que se infiltran para una prueba concreta y, posteriormente, pueden ver empeorado el pronóstico inicial por "forzar la máquina".

Además, existen efectos secundarios que pueden hacerse presentes. Los restos de corticoides quedan depositados y permanecen en el organismo durante un largo periodo de tiempo, como se ha podido contrastar en estudios científicos, y como me transmite en multitud de ocasiones un colega traumatólogo, acostumbrado a ver esta problemática habitualmente en su consulta.

¿Cuándo y cuántas se pueden aplicar?

Esta técnica, SIEMPRE pautada por un médico especialista, no puede aplicarse habitualmente ni en un número indefinido sino que es una opción muy concreta y puntual. Tanto el número de infiltraciones como el intervalo de tiempo entre éstas debe ser determinado por el propio médico.

¿Son recomendables?

En mi opinión como fisioterapeuta, la aplicación de las infiltraciones se debe llevar a cabo en aquellos pacientes en los que el dolor no remite, siempre y cuando se le informe a la persona de las precauciones que debe tomar. Al igual que la cirugía, la infiltración es el último recurso cuando ya se han probado otros tratamientos conservadores. NO ES RECOMENDABLE NUNCA aplicar infiltraciones sin tener un diagnóstico previo que indique claramente cuál es la patología que provoca ese dolor, ya que se puede enmascarar y agravar.

Recordemos: las infiltraciones son una técnica para aliviar el dolor pero NO SOLUCIONA EL PROBLEMA que lo provoca.

Además, esta técnica se puede compaginar con tratamientos fisioterápicos para aliviar el dolor hasta estabilizar y pasar la fase aguda de la patología. En estos casos, la comunicación entre el médico especialista y el fisioterapeuta es importante.

¿Habéis sido tratados alguna vez con este tipo de técnica? ¿Qué tal su resultado? Recordad que si tenéis cualquier duda más acerca de ella, podéis hacérmela llegar a través del formulario de comentarios al final de este post o en el correo, getsemaniubeda@gmail.com, Facebook (Fisioterapia Getsemaní Úbeda) o Twitter (@FisioGetsemani)

Espero que os resultado interesante

¡Hasta el próximo post!

martes, 12 de noviembre de 2013

Sobrecarga, la antesala de la lesión

¡Hola a tod@s!

Tal y como ya os adelanté cuando hablamos de las contracturas y las roturas fibrilares, en este post vamos a tratar la que es, sin duda, la antesala de las lesiones anteriores: la sobrecarga muscular.

¿Qué es una sobrecarga?

Muy sencillo: la sobrecarga es el aumento de tensión de un músculo, lo que conlleva a que no tenga su elasticidad habitual. Esto nos indica la fatiga del músculo en cuestión, es decir, que está sometido a más actividad de la habitual o que estamos realizando algún "uso" incorrecto del mismo.

La sobrecarga es el paso previo a una posible lesión, como una contractura, rotura fibrilar, etc. El organismo, en este caso el grupo muscular en cuestión, nos avisa de que no está en condiciones idóneas y es conveniente relajarlo para que vuelva a su estado óptimo.


foto: efe


¿Por qué se produce?

Las causas por las que el músculo se sobrecarga pueden ser muy diversas. Las más habituales son:

  • Actividad diaria (trabajo, hogar, niños...)
  • Práctica de deporte, cuando no estamos acostumbrados a ello, o si lo estamos, por un sobreesfuerzo mayor al habitual (por ejemplo, no trabajamos igual ante un partido amistoso que ante un campeonato)
  • Tras una lesión mal curada, cuando no ha habido una recuperación completa y volvemos a la actividad habitual o a aquella que produjo el problema.
Es importante recalcar llegados a este punto que la sobrecarga no es lo mismo que "tener agujetas".  El dolor es similar pero el origen es diferente. Las agujetas se producen siempre a consecuencia de la realización de ejercicio o esfuerzo físico, mientras que la sobrecarga puede aparecer por estas causas pero también con la actividad habitual o las posturas de la vida diaria. 

¿Qué síntomas notamos?

El paciente suele apreciar la zona sobrecargada con mucha dureza al tacto y a la presión pero, a diferencia de la contractura (en la que se nota lo que muchos refieren como "bolita"), en estos casos el dolor se extiende como una banda tensa a lo largo de toda la zona.
  • Dolor
  • Limitación de la movilidad
  • En ocasiones, sensación de quemazón por una alteración de la circulación a consecuencia de la sobrecarga
  • Atrofia muscular, derivada de la pérdida de masa de la parte afectada
¿Cómo actuar ante una sobrecarga?

Los masajes manuales y con estiramientos, unidos a terapias complementarias son las fórmulas para poner de nuevo el músculo en forma. Sin embargo, estableceremos dos pautas a seguir, dependiendo de las circunstancias del paciente:
  • Si la sobrecarga llega tras una lesión previa, los esfuerzos se centrarán en recuperar completamente la parte afectada antes de reiniciar la actividad, para poder hacerlo en plenas factulades.
  • Si no hay lesión previa, con los tratamientos que hemos indicado al comienzo del párrafo calentaremos y estiraremos el músculo con tendencia a la sobrecarga.
¿Cómo se pueden prevenir?


  • Evitando posturas incómodas, en las que algún músculo esté en tensión
  • Trabajando en un ambiente cómodo, con una higiene postural saludable
  • Realizando actividad física en condiciones adecuadas:
    • El equipamiento, y especialmente el calzado, es fundamental que sea el correcto a la hora de realizar deporte
    • El terreno en el que practiquemos la actividad, sea del tipo que sea, debe ser adecuado a la misma.
Espero que este post os sirva de ayuda para prevenir y cuidar un poco mejor vuestro organismo.

¡Hasta el próximo post!

sábado, 19 de octubre de 2013

Roturas fibrilares, una lesión no sólo de deportistas

¡Hola a tod@s!
En el pasado post iniciamos una serie de artículos sobre dolencias comunes que veo frecuentemente en la consulta. Las contracturas sean probablemente las más comunes pero existen otras también muy habituales, como las roturas fibrilares , una lesión que en contra de la creencia general, no sólo le ocurre a los deportistas sino que nos puede suceder en cualquier situación de nuestra vida cotidiana.

¿Qué son las roturas fibrilares?
Ya hemos comentado en alguna ocasión que los músculos están formados por toda una serie de fibras. Por tanto, una rotura fibrilar se produce, como su propio nombre indica, cuando alguna o algunas de esas fibras se rompe. Las más comunes se producen en los miembros inferiores (isquiotibiales, gemelos, cuádriceps) pero a veces también afecta a los brazos o miembros superiores.

Esta ruptura es interna, de modo que por fuera no lo podemos apreciar. Esta lesión se detecta mediante una exploración física, una ecografía y/o una resonancia nuclear magnética, dependiendo de la profundidad, tamaño y demás características de la misma.

¿Qué causas la producen?
Partimos de la base que a cualquiera nos puede ocurrir una rotura fibrilar, por ejemplo, andando por la calle pero casi siempre en estos casos, tenemos una causa de fondo que la ha provocado, que puede ser por ejemplo una mala hidratación del organismo o un déficit de vitaminas.

Otras veces esa acción es la causante directa e inmediata de la lesión. En general, las causas más comunes que la producen son:

  • Rotura tras un esfuerzo
  • Traumatismo directo (un golpe)
  • Durante la realización de deporte, especialmente en deportistas que están empezando, al exigir al cuerpo un nivel de esfuerzo para que el que la musculatura todavía no está preparada
  • Una sobrecarga por sobreesfuerzo no tratada.
¿Qué síntomas aparecen?

  • Sin duda, el síntoma más evidente en toda rotura fibrilar es el llamado "Signo de la pedrada", "Signo del hachazo" o "Gap". Como su propio nombre indica, se siente como si te dieran una patada o golpe (evidentemente, sin que así realmente sea) en la zona  donde se ha producido la ruptura
  • Dolor agudo
  • Impotencia funcional: el músculo, tendón o ligamento no responde
  • Inflamación
  • Aumento de la sensibilidad
  • Derrame, hematoma, que será más o menos grande en función de la zona y de la extensión de la misma. Por ejemplo, en el caso de que se produzca en los isquiotibiales éste puede ser exagerado, como podéis ver en la foto a continuación. 

¿Cómo se tratan?
Es importante recalcar que si la rotura del músculo o tendón es total, la única solución es la intervención quirúrgica.

Cuando se trata de una rotura parcial, es indispensable acudir al fisioterapeuta para que realice una exploración física y manual en la que localice exactamente la rotura y determine el tratamiento a seguir. En las primeras fases, se recomienda la aplicación de frío para reducir la inflamación. Después, la recuperación se basa en masajes específicos, sonoterapia y electroterapia si procede.

El tiempo de recuperación depende de la gravedad de la rotura, de la zona, de la actividad que se lleve a cabo... En general, si no es muy grave y no existen complicaciones el tiempo de rehabilitación oscila entre 4-6 semanas.

¿Cómo se pueden prevenir?
Estos consejos pueden ayudaros a prevenir las roturas fibrilares, especialmente a las personas que hacéis algún tipo de ejercicio:

  • Antes y después de realizar deporte, recalco de nuevo la importancia de los estiramientos específicos del grupo muscular que vayamos a trabajar. SIEMPRE hay que calentar.
  • Si hay sobrecargas (hablaremos de ellas en el próximo post), no forzar el grupo muscular afectado.
  • El tratamiento preventivo en tu fisioterapeuta, con masajes de descarga periódicos es muy importante.

En el próximo post, veremos el paso previo a esta lesión: la sobrecarga. ¿Qué es realmente? 

Cualquier duda, recordad que podéis hacérmela llegar a través del apartado de comentarios de este blog, al correo getsemaniubeda@gmail.com, o bien a través de Facebook (Fisioterapia Getsemaní Úbeda) o Twitter (FisioGetsemani)

¡Feliz fin de semana y que comencéis la próxima con muy buen pie!



*Fotos: efisioterapia, madriddental

lunes, 30 de septiembre de 2013

Contracturas

En este post seguro que muchos de vosotros (por no decir todos) os vais a sentir identificados. Y es que ¿quién no ha sentido alguna vez ese dolor agudo en el cuello que parece atravesarte el músculo? ¿Quién no ha notado un "nudo", "bolita" o "mordisco" en alguna parte de nuestra espalda? Esa es la molestia que se siente cuando se padece una contractura

foto: tumedico.com


¿Qué es una contractura?
Técnicamente, se define como una "contracción involuntaria, duradera o permanente, de uno o más grupos musculares". Para que lo entendáis mejor, todos los músculos del cuerpo tienen una cierta tensión, que les permite mantenernos en pie y realizar los movimientos. Los músculos funcionan contrayéndose o relajándose, es decir, estirando y encogiendo. Cuando la musculatura se tensa durante mucho tiempo y no consigue llegar a la relajación (por diversas causas que ahora veremos), se forma la contractura.

Existe una fase previa a la contractura, la llamada sobrecarga: consiste en una banda tensa en la que el "nudo" todavía no se ha formado pero el músculo comienza a tener una cierta tensión anormal.

¿Qué causas la producen?
Las causas pueden ser muy diversas: un aumento de tensión, una postura mantenida durante mucho tiempo, un golpe (por ejemplo, un accidente de trafico) o un encamamiento...

En una contractura, ¿los músculos se "montan"?
Esta es una de las ideas erróneas que muchos pacientes tienen. En realidad NO es así: las fibras musculares son como un montón de hilos y cuando se tensan y no llegan a relajarse podríamos decir que se anudan. Es debido a ello que desde fuera se notan al tacto bultos en la zona afectada, e incluso, en las contracturas más acentuadas, podemos llegar a apreciarlos con la vista. 

¿Cómo se tratan?
Se puede relajar la musculatura bien con medicación o mediante tratamientos de fisioterapia combinados con terapias manuales y sonoterapia. Esta opción sirve para "desenredar" las fibras del músculo; podríamos compararlo con el cepillo que utilizamos para deshacer los enredos del pelo.  El tratamiento es similar tanto para la sobrecarga como para la contractura pero el tiempo de recuperación variará dependiendo de si la contractura está establecida o no y del tiempo de evolución desde que se formó

Normalmente, las contracturas derivadas de posturas suelen tener tendencia a cronificarse, con lo que su eliminación suele ser larga, llegando a quedarse en fase dormida y a activarse puntualmente, en función de si repetimos el agente que la desencadena.

¿Cómo se pueden prevenir?
Para evitar la aparición de contracturas o disminuir la intensidad de éstas es recomendable seguir los siguientes consejos:
Cualquier duda, recordad que podéis hacérmela llegar a través del apartado de comentarios de este blog, al correo getsemaniubeda@gmail.com, o bien a través de Facebook (Fisioterapia Getsemaní Úbeda) o Twitter (FisioGetsemani)

¡Feliz semana!


viernes, 6 de septiembre de 2013

Vuelta a la actividad física

Bienvenidos de nuevo, después del necesario parón estival, a este espacio donde intento daros consejos para cuidar vuestro cuerpo y resolver vuestras dudas. ¡Volvemos con las pilas cargadas!

foto:gatorade.es
Tras unas semanas de descanso, relajación y desconexión toca volver a las tareas, el estrés, los horarios ajustados y las obligaciones. A nuestro ánimo le cuesta hacerse a la idea de retomar la actividad de antes del verano. Pero no es el único:también nuestro cuerpo necesita un proceso para volver a la rutina pre-vacacional. 

En la televisión, seguro que habéis visto cómo todos los deportistas de élite (equipos de fútbol, de baloncesto, etc) realizan una pretemporada tras las vacaciones de verano. Esa periodo antes de comenzar la temporada de competición oficial sirve para comenzar la puesta en marcha de su cuerpo al trabajo que realiza. Es en esta época cuando las primeras lesiones hacen su aparición, algo habitual debido a los sobreesfuerzos y a que la musculatura, en cierto modo, está debilitada. 

Tras un tiempo sin hacer ejercicio (por ejemplo, después del verano) se producen cambios en nuestro organismo, como pueden ser:

  • Aumento de peso
  • Disminución de la resistencia al ejercicio
  • Pequeñas atrofias musculares
  • Disminución del tono muscular
  • Pérdida de flexibilidad
Cuando una persona está acostumbrada a realizar ejercicio físico regularmente estos ceses de actividad afectan  a nuestro organismo. Por ello, previo a retomar la actividad normal que realizábamos antes debemos realizar unas sesiones de readaptación y la vuelta debe ser progresiva. 


Lo ideal es que nos remontemos al inicio de nuestra actividad física, a la intensidad con la que empezamos a practicar deporte, aunque ahora los plazos de evolución serán mucho más cortos porque nuestro cuerpo no está como antes de comenzar por primera vez. 

Ante cualquier duda sobre qué rutina debemos adoptar al comenzar a realizar ejercicio tras un parón de varias semanas es recomendable acudir a tu fisioterapeuta para que sea él o ella quien te indique las pautas a seguir. También ante cualquier molestia durante la fase de vuelta al ejercicio es fundamental visitar al fisio, para que éste evalúe si existe algún tipo de lesión incipiente, evitando que se agrave y nos dé problemas cuando la actividad física sea de intensidad normal.

Ya sabéis, prevenir es curar. Que las lesiones no amarguen la "vuelta al cole" de tu cuerpo.

lunes, 5 de agosto de 2013

En vacaciones, ¡que no sufra tu cuerpo!



Ha llegado, por fin, agosto. Después de un año de gratificante y al mismo tiempo intenso trabajo, cerramos el gabinete de fisioterapia hasta el próximo 2 de septiembre. Toca descansar y reponer fuerzas para estar a disposición de todos vosotr@s dentro de cuatro semanas. El blog también se toma un respiro por vacaciones. 

Pero te hayas ido, te vayas o te quedes nunca debemos descuidar el cuidado de la salud de nuestro cuerpo, que en verano puede sufrir especialmente. Por eso, el último post antes del descanso es un decálogo de consejos para que tu cuerpo no se resienta tras las merecidas vacaciones:

1. Extrañar la cama. Si vas a dormir en una cama que no es la habitual (ya sea en hotel, apartamento, etc), es importante adoptar posturas adecuadas para evitar los dolores articulares y musculares, consecuencia de lo que coloquialmente se conoce como "extrañar la cama". Las posturas recomendables son boca arriba (decúbito supino) o en posición fetal (decubito lateral).

2. La almohada. Siguiendo con el punto anterior, el uso de un almohadón correcto es fundamental para evitar dolores al día siguiente. Hoy en día, ya existen en muchos hoteles una carta de amohadas para que el cliente pueda elegir la que más se ajusta a la que utiliza habitualmente.

3. Levántate y anda. En viajes largos, cada dos horas es recomendable parar y bajar del vehículo para dar un ligero paseo. Si vas en avión o en barco, levántate y anda por el pasillo o la cubierta respectivamente.Con ello favoreceremos la circulación y evitaremos picores y dolores en las piernas. En todos los casos, utiliza además almohadas cervicales de viaje.

4. Cuidado con las corrientes de aire. En noches calurosas, tenemos tendencia a dormir con las ventanas abiertas o con el aire acondicionado en marcha. Mucha precaución porque estar expuestos directamente a las corrientes puede hacer que nos levantemos con una dolorosa tortícolis (o con un buen resfriado).

5. Ejercicio inconsciente. Al sumergirnos en la playa o en la piscina y jugar o realizar deporte en ellas, nos encontramos frescos y no tenemos sensación de esfuerzo; lo vemos como un juego, pero ¡ojo! en realidad nuestro cuerpo está trabajando. Si no estamos acostumbrados a ello, pueden aparecer las llamadas lesiones del "deportista inexperto": contracturas, roturas musculares, esguinces...

6. Mantener el hábito. Teniendo en cuenta el punto anterior, es recomendable no excederse pero tampoco abandonar completamente los hábitos saludables (tras la vuelta de vacaciones hablaremos de la pérdida de tono muscular tras un período de inactividad). Y si durante el año no has hecho ejercicio pero quieres empezar ahora, hazlo progresivamente.

7. Natación. Si tienes problemas de espaldas, aprovecha para nadar. Pero antes de elegir el estilo que vas a practicas, consúltalo con tu fisioterapeuta, porque todos no son adecuados para según qué problemas.

8. El calzado. Vuelvo a incidir en este importante aspecto, que también en vacaciones debemos cuidar. Los zapatos de verano (especialmente las sandalias planas, con tiras, los taconazos finos y altos o las chanclas de dedo) destrozan los pies y suelen provocar, a medio-corto plazo, fascitis, tendinitir y metatarsalgias (dolor en la almohadilla del pie). El calzado ideal es el zapato con un poco de suela o de cuña (3-4 centímetros de tacón para las mujeres), para que amortigüe nuestras pisadas.

9. No, gracias. Esa debería ser tu respuesta si estás en la playa y se acercan ofreciéndote un masaje (algunos, incluso con "final feliz"). Las personas que lo hacen están cometiendo un delito contra la salud, al tratarse de NO PROFESIONALES de la fisioterapia. Para ti, es todo un riesgo: por un lado, a nivel muscular por las lesiones que te pueda crear; y por otro, porque no hay ningún tipo de higiene y las condiciones del "paciente" (tumbado en la arena o en una hamaca) no son las apropiadas. La garantía es cero, por no hablar de otras consecuencias (como que desaparezcan misteriosamente tus pertenencias). Por desgracia, en la consulta todos los años vemos muchísimos casos de gente lesionadas por estas prácticas.

10. El último punto no es un consejo sino una obligación: DISFRUTA, descansa y aprovecha para recargar pilas. Pero, eso sí, sin dejar de cuidar tu cuerpo para que la vuelta sea un poco menos difícil.

¡FELIZ VERANO! 

lunes, 24 de junio de 2013

¿Es mejor correr o andar?

¡Cuántas veces habré oído esta pregunta en la consulta! Y cuántas "hipótesis" se oyen y se leen al respecto... ¿Ciertas? Algunas sí y muchas otras no. Por eso, siguiendo con el último post vamos a dedicarnos a decidir cuál de las dos opciones es la más adecuada para cada uno.

foto:entrenamientos.es


En primer lugar, hay que decir que la elección de la actividad depende fundamentalmente de nosotros. El hecho de correr o de andar implica unas características y un esfuerzo determinados y nuestras condiciones físicas, capacidades y disponibilidad serán las que hagan más adecuada una u otra opción.

Beneficios, diferencias y falsos mitos
Salir a andar o a correr aporta beneficios importantes a nivel óseo, muscular y articular; tonifica el cuerpo y mejora el sistema cardiocirculatorio. 

Debemos, en primer lugar, romper un mito: andando no se quema grasa. FALSO. Si se hace a una velocidad rápida (nada de pasear) conseguiremos reducir centímetros y tonificar. Evidentemente, el ritmo de pérdida es más lento que si corremos pero es más importante la constancia y la regularidad en la actividad física que la intensidad.

En el caso de hacer footing, es importante mantener un ritmo constante durante el ejercicio (no cambiar bruscamente) e ir aumentando progresivamente la velocidad de la carrera con el paso de las semanas.

Tanto si elegimos andar como si optamos por correr, es fundamental NO parar de golpe. Antes de finalizar debemos dedicar los últimos minutos a la llamada "Vuelta a la calma" (especialmente al correr), en la que disminuiremos progresivamente el ritmo para acabar realizando estiramientos y respiraciones profundas que ayuden a nuestro organismo a volver a la normalidad.

¿Cómo sé qué es mejor para mí?
Algunos factores que debemos tener en cuenta a la hora de decantarnos son:

* Edad: a partir de 60-65 años es más recomendable andar que correr.

* Condiciones físicas y de salud: si no tienes experiencia previa haciendo deporte o no has realizado durante mucho tiempo atrás, si acabas de salir de una convalecencia... opta por comenzar andando. Las personas con problemas de corazón o colesterol así como problemas en rodillas, tobillos, caderas o espalda deben optar por andar y NO correr sin antes consultar con su fisioterapeuta o médico.

* Tiempo que le puedes dedicar: es fundamental este factor de cara a evitar lesiones. Mejor andar 3 días a la semana que correr únicamente uno, y viceversa.

* Durante cuánto tiempo quiero realizar la actividad: a largo plazo, andar provoca menos lesiones que correr

* Qué resultado quiero obtener y en cuánto tiempo: para mantener el cuerpo en forma y activado basta con andar durante una hora un par de días a la semana. Si queremos resultados visibles de forma más rápida, correr será la mejor opción.

Mi consejo...
Comienza andando 2-3 días a la semana a velocidad rápida para adaptar tu cuerpo y, poco a poco, aumenta el ritmo para pasar en unos meses a correr.

lunes, 3 de junio de 2013

Running: beneficios y consejos

El "Running" y el "Jogging", o lo que es lo mismo, salir a correr o a andar se ha puesto de moda. En estos meses especialmente, con un clima suave y sin calor ni frío extremo, se multiplica el número de personas que deciden practicar este deporte. Sus beneficios son múltiples: mantiene en forma, tonifica la musculatura y además, es económico, se puede practicar a cualquier hora del día (siempre es más recomendable a primera de la mañana o a última de la tarde) y puede realizarse por la ciudad, solo o acompañado.

foto: runningzgz.com

Sin embargo, como en cualquier deporte hay partes de nuestro cuerpo que debemos cuidar para evitar que sufran. En este caso, los pies y las articulaciones de carga, como los tobillos y las rodillas, son las que trabajan especialmente y por ellos suelen ser frecuentes las lesiones en ellas. ¿Las más comunes? 

  • La tendinopatía conocida como "pata de ganso" (muy común en deportistas), que se produce en la zona de la rodilla donde acaban algunos músculos del cuádriceps y que es muy dolorosa al correr o incluso al andar
  • El esguince de tobillo por distensión de ligamentos o por no usar un buen calzado por la práctica deportiva
  • La fascitis plantar, una inflamación de la planta del pie que se produce sobretodo cuando la suela de las zapatillas es muy dura. Muchas veces se confunde con un espolón; a veces este espolón existe pero no es el que provoca el dolor.
  • La tendinopatía o sobrecarga del tendón de Aquiles, que es muy importante cuidar para evitar la rotura de éste.
Consejos para practicar running de forma segura
  • Calentar bien las articulaciones que van a intervenir en el acto deportivo. Es FUNDAMENTAL este paso, al igual que el siguiente, para evitar las lesiones. Las cremas calentadoras pueden servir, pero no son suficientes por sí solas, necesitan el trabajo previo de nuestros músculos. Éstas son más recomendables cuando tenemos una lesión a medio tratar.
  • Un buen estiramiento al empezar y al finalizar es IMPRESCINDIBLE junto al calentamiento.
  • Uso de un calzado adecuado, tanto para el pie de cada uno como para el terreno sobre el que se va a correr (no es lo mismo practicar running en una pista de atletismo que en un camino de tierra o en el asfalto de la ciudad). Dentro de poco haremos un post centrado en este punto.
  • Cuando empieces a correr, hazlo de forma progresiva, aumentando la intensidad y la duración del ejercicio progresivamente. No fuerces la máquina porque el sobreesfuerzo te hará parar.
  • Es importante que las piernas tengan una buena masa muscular, es decir, que estén fuertes para evitar desequilibrios. De lo contrario, se recomienda hacer un tiempo de ejercicio de potenciación de la musculatura para ponerlas a punto. El cuerpo debe estar preparado para el ejercicio.
  • Los masajes de descarga. Seguro que habréis oído hablar de la conveniencia de su realización tras correr (por ejemplo, tras una maratón). Hay profesionales partidarios de su práctica nada más acabar el ejercicio. Pero a mí personalmente me parece mejor hacerlos después de un tiempo (desde un par de horas aun día después) para evitar producir lesiones.
  • Si corres habitualmente, es importante acudir periódicamente al fisioterapeuta para hacer un masaje de descarga y tonificación de piernas. 
  • Del mismo modo, si se aprecia atrofia de la musculatura (es decir, que los músculos no responden) se debe acudir a un traumatólogo o fisioterapeuta para valorar la posibilidad de aplicar corrientes de potenciación, que preparan el músculo para la carrera.
  • Si se siente dolor mientras se corre o al acabar, cesar la actividad y acudir al fisioterapeuta. Es MUY IMPORTANTE puesto que lo que puede ser una lesión leve, se puede agravar si no se coge a tiempo.
Y vosotros, ¿practicáis running habitualmente? ¿Os parecen útiles estos consejos? ¿Tenéis alguna duda que queráis resolver? Podéis dejarla en el apartado de comentarios al final de este post o enviármela al correo getsemaniubeda@gmail.com o a través de Facebook (Fisioterapia Getsemaní Úbeda) o Twitter (@Fisiogetsemaní) y os las resolveré.

Un saludo y ¡a practicar ejercicio!

viernes, 3 de mayo de 2013

Valorar el dolor (II)

¡Hola a tod@s!

Estas últimas semanas el blog ha estado un poco parado... El trabajo manda y entre pacientes, cursos, la buenísima acogida de los tratamientos de presoterapia y piernas cansadas y algunas novedades (que os contaré muy pronto aquí) no me ha dado tiempo a sentarme y actualizar. Pero ya estoy de vuelta y prometo sacar tiempo de debajo de las piedras para seguir escribiéndoos cada semana ;)

foto: superxperto.com

¿Recordáis el post en que os hablaba del peritaje en fisioterapia? Como os comentaba en él, he estado realizando un curso sobre ello y ¡ya lo he finalizado! La última sesión nos enseñó cómo diagnosticar el alcance de una dolencia tras una lesión, el papel del fisioterapeuta en un juicio así como la simulación y disimulación del dolor.

Cuando un paciente acude al fisioterapeuta tras un accidente laboral, de tráfico, doméstico o deportivo entre otros, la principal herramienta con que nos encontramos los profesionales para diagnosticar una posible lesión y su alcance (siempre que no venga derivado por el médico) es la de sus propias sensaciones. Sin embargo, existen exámenes que ayudan a determinar y objetivar la dolencia de cara a poder valorarla judicial o económicamente. La biomecánica es la ciencia que estudia mediante pruebas el movimiento, el dolor y la funcionalidad de una o varias partes del cuerpo con el fin de poderla cuantificar; algunos ejemplos son la plataforma de marcha, pruebas específicas para la movilidad del cuello, hombros, caderas... Por su parte, existen pruebas diagnósticas comunes como el TAC, la radiografía, la electromiografía o la resonancia magnética que son complementarias de las anteriores y ayudan a determinar e identificar la existencia de daños.

Los grados del dolor
¿Qué significa que una persona tiene un 33% de minusvalía? ¿Cómo se establece y de qué dependen los porcentajes? Existen unas tablas que dan un grado de minusvalía según la intensidad y la limitación de la vida diaria que produce el dolor. Esta cantidad determina la declaración de discapacidad, invalidez, así como la percepción del paciente de prestación económica o su inclusión en la Ley de Dependencia.

En las secuelas de accidentes de tráfico las tablas AMMA cuantifican y catalogan todo tipo de lesiones y el valor que corresponde a cada una de ellas, de cara al cálculo de indemnizaciones.

Simulación y disimulación

En algunas ocasiones, las personas pueden llegar a fingir una lesión no existente o exagerar la que se tiene para obtener un beneficio laboral o económico. ¿Cómo saber cuándo un dolor es o no verdadero? Partimos de la base que es algo complicado de determinar al 100% pero existen pruebas, que a veces se realizan sin que el paciente lo sepa, para comprobar la veracidad del dolor o la limitación del movimiento.

El informe pericial que el fisioterapeuta realiza con todas las pruebas realizadas sirve para reflejar qué lesiones y qué secuelas le han quedado al paciente tras una enfermedad o accidente. Todas las pruebas se incluyen en dicho informe para apoyarlo positiva o negativamente. 

El fisioterapeuta en el juicio

Un fisioterapeuta puede acudir en calidad de perito a un juicio de dos maneras: de parte, cuando el paciente al que has tratado te busca para que expliques su diagnóstico y tratamiento; o como perito judicial cuando un juez te reclama para una tercera valoración ante dos partes que se contradicen. El "fisio", como perito, expone el informe redactado tras la valoración del paciente y el juez lo tiene en cuenta como una prueba más.

Como véis, los diversos roles de un fisioterapeuta son diversos y muy amplios. Espero que este artículo os sirva para conocerlos un poco más y para ayudaros en caso de encontraros en alguna de estas situaciones tras una enfermedad o accidente. Como siempre, estoy a vuestra disposición en mi consulta para atenderos personalmente, o para resolver cualquier duda a través de getsemaniubeda@gmail.com

¡Feliz semana! 

martes, 2 de abril de 2013

¿Cuándo aplicar frío y calor?

foto: hoysport.com 


Es una pregunta más que frecuente cuando los pacientes acuden a mi consulta. De hecho fue uno de ellos, Paqui, quien me sugirió escribir este post.  La aplicación de frío o calor para reducir el dolor y la inflamación es un método físico de uso cotidiano muy conocido pero que muchas veces nos crea dudas, llevando en algunos casos a utilizarlos de forma errónea. ¿Cuándo debemos usar frío y calor?

CALOR
El uso del calor está muy extendido; de hecho, algunos médicos lo recomiendan ante cualquier dolor muscular, normalmente en forma de almohadilla. En primer lugar, debemos distinguir entre calor seco y calor húmedo. El seco es el más superficial (un ejemplo sería la almohada que acabamos de citar), mientras que el húmedo alcanza mayor profundidad en nuestro organismo y es el que resulta de la ducha o la conocida bolsa de agua caliente.

Según mi experiencia, cuando hay un dolor muscular la aplicación de calor resulta muy agradable pero si ésta se excede en el tiempo (más de 10-15 minutos) podemos obtener el llamado "efecto rebote", ya que un aumento excesivo de la temperatura de la zona puede provocar una mayor inflamación de la misma. Por no hablar de otro tipo de complicaciones que pueden aparecer en el caso de que hubiera alguna infección o células malignas, de las cuales podríamos propiciar su proliferación.

La solución es que si vamos a aplicar calor, siempre que sea en zona muscular, no lo tengamos más de 10-15 minutos a una temperatura agradable a la percepción de la persona (no demasiado elevada).

En mi opinión, el mejor calor es el que proporciona una ducha relajante de agua caliente, dejando que ésta caiga por la zona afectada o incluso sumergiendo el cuerpo en la bañera. 

FRÍO
Hemos comentado los efectos beneficiosos del calor. Pero ante lesiones de ligamentos, tendones y/o articulaciones lo mejor es aplicar frío local, bien con las bolsas que venden en farmacia y ortopedia (colocando un papel de cocina entre la piel y la bolsa) o bien con hielo directo si la zona que duele es muy concreta (dedo, hombro, tobillo...). En este último caso, debemos coger un cubito y masajear la zona durante un máximo de 2-3 minutos ya que si se aplica durante más tiempo puede causarnos quemaduras. El hielo directo también se puede poner en contracturas de forma puntual).

Con la aplicación de frío conseguimos de forma casi inmediata la disminución de la inflamación por la reducción de la temperatura local de la zona.

¿Qué hago si dudo entre frío o calor?
Ante la duda de aplicar frío o calor, lo más recomendable es consultar al fisioterapeuta para que aconseje sobre la lesión concreta. En todo caso, si no podemos acudir al especialista, siempre es más recomendable ante la duda el empleo de frío ante el calor. Un truco: recordad que cuando un niño se hace un chichón, rápidamente le ponemos frío (no se nos ocurriría aplicarle calor, ¿verdad?) Recordad esta idea cuando no sepáis qué método emplear.

Espero que os sirva de ayuda este post. Como siempre estoy abierta a resolver cualquier duda y espero vuestra sugerencias para próximos temas. ¡Un saludo!

jueves, 14 de marzo de 2013

Consejos para Fallas

foto: blogs.publico.es

El post de hoy va dedicado a todos aquellos que durante los próximos días disfruten de las Fallas de Valencia pero se puede aplicar a cualquier episodio de largas caminatas, plantones y posiciones incómodas durante largo rato. Con estos sencillos consejos, ayudaremos a que nuestra espalda y nuestras piernas sufran menos. El 20 de marzo las consecuencias serán menos duras. 

1. Es fundamental usar calzado cómodo pero no totalmente plano. Lo mejor tanto para los pies como para el dolor de espalda son cuñas de 3-4 centímetros.

2. Si hace frío o viento, protegerse el cuello con un pañuelo o bufanda nos ayudará a evitar dolores repentinos y tortícolis por corrientes de aire, incluso aunque haga sol. Esto es especialmente importante cuando nos enfrentamos a un cambio brusco de temperatura, al pasar de una aglomeración de gente a espacios abiertos.

3. Viendo el castillo o la mascletà, es recomendable procurar no estar muy cerca para no levantar excesivamente hacia atrás la cabeza. Así se evitan muchos dolores de cuello, que pueden producir incluso mareos.

4. En el mismo caso que en el punto 3, se evitan dolores de espalda apoyándonos, siempre que sea posible, en una superficie (pared, por ejemplo).

5. Después de un día de caminatas, verbenas o bailes, los pies sufren tremendamente. Lo mejor para aliviarlos y ponerlos a punto para el día siguiente es, cuando lleguemos a casa, meterlos en agua caliente (¡¡pero no hirviendo!!) y realizar movimientos con los dedos al tiempo que nos masajeamos la planta de los pies. Si añades un poco de sal al agua, te resultará más relajante.

Si a pesar de estos consejos, las Fallas os dejan de "regalo" cualquier problema muscular o de articulación, no dudéis en acudir a la consulta de fisioterapia.

Estad atentos al blog porque muy pronto habrá sorpresas que seguro os gustarán. 

¡Felices Fallas! ¡A disfrutarlas y a cuidar nuestro cuerpo!

lunes, 4 de marzo de 2013

Aplicaciones y beneficios de la Presoterapia

En este post os quiero hablar de una nueva técnica que he comenzado a aplicar en mi gabinete, a raíz de las consultas y peticiones de muchos de mis pacientes. Seguro que tod@s habéis oído hablar en los últimos meses de la Presoterapia, una novedosa técnica que comenzó a ponerse de moda de la mano de algunos personajes conocidos, quienes empezaron a utilizarla y a recomendarla a sus seguidores. Pero, ¿sabéis realmente en qué consiste y cuáles son todas sus aplicaciones?



La presoterapia es una sistema de conducción de aire que activa la circulación sanguínea mediante el aumento y disminución alterna de presión. Su funcionamiento, efecto bombeo, es similar al de una drenaje linfático pero mecánico en lugar de manual. El paciente introduce las piernas y la parte inferior del tronco dentro de unos manguitos, los cuales se conectan a unas válvulas. El profesional encargado del tratamiento  determina y regula la presión a aplicar durante todo el tratamiento, en función de la persona que se somete a él y los resultados que se desean conseguir.

Los principales usos de la presoterapia se agrupan en la llamada fisioterapia estética. Lo utilizo en mi consulta como método para disminuir las molestias ocasionadas por piernas cansadas y ayudar a reducir su fatiga. La duración de las sesiones oscila entre los 15-30 minutos y es recomendable su aplicación una vez por semana. Elimina cansancio y reduce volumen, provocando al paciente una mayor ligereza de piernas al terminar cada sesión.

Pero no únicamente eso. Es una técnica muy importante para el tratamiento en quemados, una vez sanadas las heridas; encamados; personas que pasan mucho tiempo de pie o sentadas en la misma posición; y para favorecer el retorno venoso en pacientes con tumores a los que se les extirpan los ganglios de la ingle. Además, la activación de la circulación también ayuda a fines estéticos, combatiendo la celulitis y mejorando la tonificación de las piernas y el abdomen.

Como todo tratamiento, es importante conocer sus contraindicaciones. La presoterapia no se debe emplear en personas con tumores sin extirpar, infecciones o problemas de tromboembolismo. Tampoco en niños y embarazadas.

En función de cada paciente, se determina el número de sesiones, aunque se parte normalmente de un mínimo de 10. El precio de cada sesión es de 12 euros y, del mismo modo, existen bonos de 10 sesiones de tratamiento por 100 euros. En el caso de estar interesados, podéis poneros en contacto conmigo y analizaré el caso en particular para establecer las pautas necesarias. Asimismo os invito a que me preguntéis cualquier duda sobre la Presoterapia, que os responderé encantada en este blog.

Espero que os guste, ¡¡feliz semana!!


viernes, 22 de febrero de 2013

Beneficios de los Ultrasonidos

¡Hola a tod@s de nuevo! Hoy os quiero hablar de una técnica de fisioterapia que ayuda a mejorar multitud de problemas musculares con mucho éxito y que es totalmente indolora: los ultrasonidos



El ultrasonidos consiste en un aparato que emite ondas que actúan sobre los tejidos blandos (músculos, tendones, ligamentos...) consiguiendo su desinflamación. Su función principal es, por tanto, es la de un antiinflamatorio local y su principal ventaja es que no repercute a nivel sistémico (es decir, en el resto del organismo), a diferencia de cuando tomamos medicamentos.

El ultrasonidos sólo actúa en el punto de la lesión, mediante la aplicación de gel conductor en la zona a tratar, que permite la transmisión de la vibración cuando se pasa el aparato.




Hay diferentes formas de aplicación: contínua y pulsátil, dependiendo de la masa muscular o el grosor del tejido blando en el que trabajamos. La contínua es muy útil en el tratamiento de contracturas, ayudando a deshacerlas; la pulsátil, por su parte, se aplica en tendones, ligamentos y músculos de menor espesor y se indica para esguinces, tendinitis, etcétera. También se barajan diferentes intensidades, dependiendo del grado de inflamación y la tolerancia de la persona al aparato.



Los beneficios del uso regular de ultrasonidos son notables. Reducen la inflamación y el dolor; por consiguiente, las zonas que aparecen con poca movilidad la recuperan poco a poco. En deportistas es un elemento fundamental para el tratamiento de roturas fibrilares, ya que fomenta el efecto trófico y regenerativo, es decir, permite que se formen nuevas fibras musculares. Eso sí, su aplicación debe ir SIEMPRE precedida de un masaje terapéutico, ya que de no ser así el efecto se reduce notablemente.

Además, el ultrasonido también se puede utilizar para tratamientos puramente estéticos como la cavitación, para eliminar celulitis o piel de naranja.

Como véis, una técnica sencilla, 100% indolora para el paciente y con buenos resultados. ¿Conocíais su existencia? ¿Alguna vez lo habéis utilizado? ¿Tenéis alguna duda respecto a su uso?

¡Espero vuestros comentarios! ¡Un saludo!