sábado, 19 de octubre de 2013

Roturas fibrilares, una lesión no sólo de deportistas

¡Hola a tod@s!
En el pasado post iniciamos una serie de artículos sobre dolencias comunes que veo frecuentemente en la consulta. Las contracturas sean probablemente las más comunes pero existen otras también muy habituales, como las roturas fibrilares , una lesión que en contra de la creencia general, no sólo le ocurre a los deportistas sino que nos puede suceder en cualquier situación de nuestra vida cotidiana.

¿Qué son las roturas fibrilares?
Ya hemos comentado en alguna ocasión que los músculos están formados por toda una serie de fibras. Por tanto, una rotura fibrilar se produce, como su propio nombre indica, cuando alguna o algunas de esas fibras se rompe. Las más comunes se producen en los miembros inferiores (isquiotibiales, gemelos, cuádriceps) pero a veces también afecta a los brazos o miembros superiores.

Esta ruptura es interna, de modo que por fuera no lo podemos apreciar. Esta lesión se detecta mediante una exploración física, una ecografía y/o una resonancia nuclear magnética, dependiendo de la profundidad, tamaño y demás características de la misma.

¿Qué causas la producen?
Partimos de la base que a cualquiera nos puede ocurrir una rotura fibrilar, por ejemplo, andando por la calle pero casi siempre en estos casos, tenemos una causa de fondo que la ha provocado, que puede ser por ejemplo una mala hidratación del organismo o un déficit de vitaminas.

Otras veces esa acción es la causante directa e inmediata de la lesión. En general, las causas más comunes que la producen son:

  • Rotura tras un esfuerzo
  • Traumatismo directo (un golpe)
  • Durante la realización de deporte, especialmente en deportistas que están empezando, al exigir al cuerpo un nivel de esfuerzo para que el que la musculatura todavía no está preparada
  • Una sobrecarga por sobreesfuerzo no tratada.
¿Qué síntomas aparecen?

  • Sin duda, el síntoma más evidente en toda rotura fibrilar es el llamado "Signo de la pedrada", "Signo del hachazo" o "Gap". Como su propio nombre indica, se siente como si te dieran una patada o golpe (evidentemente, sin que así realmente sea) en la zona  donde se ha producido la ruptura
  • Dolor agudo
  • Impotencia funcional: el músculo, tendón o ligamento no responde
  • Inflamación
  • Aumento de la sensibilidad
  • Derrame, hematoma, que será más o menos grande en función de la zona y de la extensión de la misma. Por ejemplo, en el caso de que se produzca en los isquiotibiales éste puede ser exagerado, como podéis ver en la foto a continuación. 

¿Cómo se tratan?
Es importante recalcar que si la rotura del músculo o tendón es total, la única solución es la intervención quirúrgica.

Cuando se trata de una rotura parcial, es indispensable acudir al fisioterapeuta para que realice una exploración física y manual en la que localice exactamente la rotura y determine el tratamiento a seguir. En las primeras fases, se recomienda la aplicación de frío para reducir la inflamación. Después, la recuperación se basa en masajes específicos, sonoterapia y electroterapia si procede.

El tiempo de recuperación depende de la gravedad de la rotura, de la zona, de la actividad que se lleve a cabo... En general, si no es muy grave y no existen complicaciones el tiempo de rehabilitación oscila entre 4-6 semanas.

¿Cómo se pueden prevenir?
Estos consejos pueden ayudaros a prevenir las roturas fibrilares, especialmente a las personas que hacéis algún tipo de ejercicio:

  • Antes y después de realizar deporte, recalco de nuevo la importancia de los estiramientos específicos del grupo muscular que vayamos a trabajar. SIEMPRE hay que calentar.
  • Si hay sobrecargas (hablaremos de ellas en el próximo post), no forzar el grupo muscular afectado.
  • El tratamiento preventivo en tu fisioterapeuta, con masajes de descarga periódicos es muy importante.

En el próximo post, veremos el paso previo a esta lesión: la sobrecarga. ¿Qué es realmente? 

Cualquier duda, recordad que podéis hacérmela llegar a través del apartado de comentarios de este blog, al correo getsemaniubeda@gmail.com, o bien a través de Facebook (Fisioterapia Getsemaní Úbeda) o Twitter (FisioGetsemani)

¡Feliz fin de semana y que comencéis la próxima con muy buen pie!



*Fotos: efisioterapia, madriddental

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