viernes, 22 de febrero de 2013

Beneficios de los Ultrasonidos

¡Hola a tod@s de nuevo! Hoy os quiero hablar de una técnica de fisioterapia que ayuda a mejorar multitud de problemas musculares con mucho éxito y que es totalmente indolora: los ultrasonidos



El ultrasonidos consiste en un aparato que emite ondas que actúan sobre los tejidos blandos (músculos, tendones, ligamentos...) consiguiendo su desinflamación. Su función principal es, por tanto, es la de un antiinflamatorio local y su principal ventaja es que no repercute a nivel sistémico (es decir, en el resto del organismo), a diferencia de cuando tomamos medicamentos.

El ultrasonidos sólo actúa en el punto de la lesión, mediante la aplicación de gel conductor en la zona a tratar, que permite la transmisión de la vibración cuando se pasa el aparato.




Hay diferentes formas de aplicación: contínua y pulsátil, dependiendo de la masa muscular o el grosor del tejido blando en el que trabajamos. La contínua es muy útil en el tratamiento de contracturas, ayudando a deshacerlas; la pulsátil, por su parte, se aplica en tendones, ligamentos y músculos de menor espesor y se indica para esguinces, tendinitis, etcétera. También se barajan diferentes intensidades, dependiendo del grado de inflamación y la tolerancia de la persona al aparato.



Los beneficios del uso regular de ultrasonidos son notables. Reducen la inflamación y el dolor; por consiguiente, las zonas que aparecen con poca movilidad la recuperan poco a poco. En deportistas es un elemento fundamental para el tratamiento de roturas fibrilares, ya que fomenta el efecto trófico y regenerativo, es decir, permite que se formen nuevas fibras musculares. Eso sí, su aplicación debe ir SIEMPRE precedida de un masaje terapéutico, ya que de no ser así el efecto se reduce notablemente.

Además, el ultrasonido también se puede utilizar para tratamientos puramente estéticos como la cavitación, para eliminar celulitis o piel de naranja.

Como véis, una técnica sencilla, 100% indolora para el paciente y con buenos resultados. ¿Conocíais su existencia? ¿Alguna vez lo habéis utilizado? ¿Tenéis alguna duda respecto a su uso?

¡Espero vuestros comentarios! ¡Un saludo!

viernes, 15 de febrero de 2013

Valorar el dolor

Escala EVA de dolor

¡Hola a tod@s! ¿Qué tal ha ido la semana? La mía ha sido muy intensa. Como os comenté en el anterior post, el pasado fin de semana comenzaba un curso de Peritaje Fisioterapéutico con la finalidad de determinar y valorar el daño físico en las personas. Y es que es difícil cuantificar el dolor de alguien. Afortunadamente, existen herramientas y procedimientos para hacerlo. ¿Cómo medimos el dolor?

Lo inicié con muchas ganas e ilusión por aprender más sobre esta disciplina de la salud y la fisioterapia. Y, desde luego, la primera parte del curso ha cumplido mis expectativas. Comenzamos las jornadas de la mano de la abogada Vanesa Sáez, del Ilustre Colegio de Abogados de Alicante y especializada en valoración del daño corporal. Ella nos explicó de forma muy pedagógica el aspecto legislativo. Los fisioterapeutas podemos actuar y emitir informes ante una solicitud de minusvalía o de incapacidad, así como determinar el grado de las mismas, tras un accidente de tráfico, laboral o una contingencia o enfermedad común (siempre relacionado con aspectos musculoesqueléticos). También tenemos la capacidad de determinar los llamados Puntos de Secuela, que son aquellos daños que permanecerán de cara a un futuro o que incluso se convertirán en perpetuos.

La Fisioterapeuta Perito Carmen Mora se encargó de explicarnos no sólo la capacidad de emitir un informe pericial, en el que se reseñan los daños que observamos en el paciente, sino también la posibilidad de testificar a posteriori de dicho informe en un juicio (si lo hay), a instancias del juez o de una de las partes. En la vista, el profesional defenderá su informe para conseguir que se reconozca en el paciente el daño valorado. 

Una herramienta fundamental para conseguir esto último es la práctica de la llamada Valoración Funcional. Se trata de diferentes pruebas que sirven para objetivar el dolor, es decir, para graduarlo y darle la importancia que tiene. Pero, ¿cómo algo tan subjetivo como el dolor se le pueda poner una "etiqueta"? Desde luego, no es sencillo ya que cada persona soportamos mejor o peor el llamado "umbral del dolor". Pero existen escalas para hacerlo, como por ejemplo la Escala EVA (Visual-Analógica), que determina y le pone número del 1 al 10 según las molestias que refiere el paciente. Las pruebas visuales, de palpación la presencia de edemas, el grado de movilidad de la articulación o la comparación con el miembro sano ayudan al fisioterapeuta a determinar el alcance de una lesión. Todo ello complementado con otro tipo de pruebas, como resonancias, placas, ecografías, etcétera.

Como véis no es sencillo valorar el dolor de las personas pero gracias a este curso podemos hacerlo. También aprendemos cómo distinguir la simulación de una patología, mediante las pruebas de simulación y disimulación. Un tema especialmente interesante al que le dedicaremos un post en las próximas semanas.

Una vez más, ¡¡gracias por vuestra atención a este blog!! Espero como sabéis vuestras consultas, que responderé en un post especial. ¡Feliz fin de semana!

jueves, 7 de febrero de 2013

Los efectos del daño

foto: cosasdesalud

Seguro que muchos de vosotr@s habéis padecido o conocéis a alguien que tras un accidente leve de tráfico (sobre todo en ciudad) siente dolores terribles de cuello y vértigos e incluso debe coger la baja laboral durante varios días. Esa persona tiene lo que en fisioterapia se conoce como Esguince o Latigazo Cervical. El movimiento brusco de nuestra cabeza a consecuencia de la fuerza del golpe hace que se produzca una alteración en los músculos del cuello y en la parte alta de la espalda. Los síntomas de esta patología son muy desagradables y, en muchos casos, duraderos en el tiempo: dolor cervical y de cabeza, mareo, bloqueo y limitación de la movilidad, náuseas...

Otro problema que, por desgracia, últimamente estamos acostumbrados a ver y oír, en ocasiones muy cerca de nosotr@s, es el del Ictus cerebral y su peor consecuencia: la parálisis de media parte del cuerpo, conocida técnicamente como Hemiplejia. La pérdida de autonomía y la dependencia para realizar cualquier actividad cotidiana como el aseo personal, el movimiento o la posibilidad de comer supone un shock para las personas que lo padecen y para su entorno. La hemiplejia puede tener diversos grados; el tiempo es oro cuando ocurre y la fisioterapia es fundamental para deteminar el grado de afectación del paciente y las posibilidades de recuperación de las secuelas temporales, así como la mejora de las definitivas. 

Para valorar este tipo de secuelas, así como las de accidentes de tráfico, domésticos o laborales se emiten los llamados informes, que objetivan el grado de lesión y que son importantes a la hora de determinar una minusvalía o una baja médica. Es por ello que, con la finalidad de dar un paso más en mi profesión, este fin de semana comienzo un Curso de Valoración del Daño Corporal y Peritaje Fisioterapéutico. Estoy muy ilusionada con este nuevo proyecto, que me permitirá ampliar mis conocimientos y convertirme en perito fisioterápica. De este modo estaré capacitada y habilitada para realizar informes de minusvalías o enfermedades comunes, todo relacionado con la fisioterapia.

En el próximo post os contaré qué tal ha ido y las cosas que he aprendido y que nos pueden ser útiles a tod@s. Quiero aprovechar para daros las gracias por la estupenda acogida que ha tenido este blog, así como mis páginas de Facebook y Twitter. Ya sabéis que podéis comentar cualquier post al final del mismo (apartado de comentarios) y plantear vuestras dudas y preguntas tanto aquí como a través de las redes sociales y el correo electrónico: getsemaniubeda@gmail.com

¡Feliz final de semana!