lunes, 16 de junio de 2014

Talasoterapia: fisioterapia en la playa

Ahora que ha llegado el buen tiempo, apetece refrescarse, y qué mejor opción que la playa para aquellos que la tenemos en la ciudad o para los que disfrutan de unas merecidas vacaciones en ella. Pero debéis saber que el mar no sólo sirve para relajarnos y huir del calor sino que también tiene múltiples efectos beneficiosos para nuestro cuerpo. 

Por ello, durante todo el año pero especialmente en verano, es buen momento para practicar la Talasoterapia. Esta palabra, que deriva de las raíces griegas Thálassa (mar) y Therapeia (curación) designa el aprovechamiento del mar con fines terapéuticos. Gracias a las cualidades físicas del agua del mar, ésta se convierte en un tratamiento perfecto para nuestro organismo, llamado Hidroterapia. Si a ello le sumamos la acción de la arena del mar como agente terapéutico termoterápico o cinesiterápico, los beneficios se multiplican.


¿Qué beneficios tiene la Talasoterapia?
No voy a entrar en este post a detallaros las cualidades físicas y químicas del agua pero sí que es importante conocer los efectos positivos del baño en el mar (la técnica más característica de la talasoterapia).

  • En primer lugar, la inmersión en el agua del mar actúa como un estímulo frío, dado que su temperatura es inferior en bastantes grados a la de la piel. El cuerpo responde a este estímulo con una constricción y dilatación sucesiva de los vasos sanguíneos y como consecuencia, mejora nuestra circulación, además de aportarnos una agradable sensación de relajación.
  • El agua del mar también actúa como un poderoso estímulo mecánico: el empuje intermitente de las olas produce un verdadero masaje con presión y rozamiento, al mismo tiempo que nos obliga a realizar leves pero efectivos esfuerzos musculares para vencer el desplazamiento. Cuanto más agitado esté el mar, más intenso será este punto (pero ¡cuidado! ¡¡¡prohibido hacerlo cuando el baño no esté permitido!!!)
  • La arena marina es un agente termoterápico, ya que la arena seca caliente es un medio excelente para aplicar calor al organismo. Además, también actúa como agente cinesiterápico, o lo que es lo mismo, la marcha y la carrera sobre la arena seca favorece la musculatura de los pies, con efecto de masaje en las partes blandas al ir cediendo constantemente bajo el movimiento del pie.
¿Para qué casos es recomendable?
  • La talasoterapia está especialmente indicada, siempre refiriéndonos a fisioterapia, en casos que afectan al aparato locomotor y especialmente en secuelas de traumatismos. El baño marino ayuda a reabsorber edemas, disminuir el dolor y a recuperar más rapidamente la funcionalidad. Se debe tener en cuenta que en caso de existir heridas o fracturas, éstas deben estar cicatrizadas. 
  • Para deformidades en los pies (en especial la marcha sobre la arena), en procesos artrósicos y degenerativos, en reumatismos, osteoporosis, etc., consiguiendo retrasar la evolución de la patología y mejorando la función articular.
  • En afecciones de las vías respiratorias, el efecto del ambiente húmedo y el aire marino son indicados para la rinitis, la bronquitis asmática o la faringitis.
No será recomendable este tipo de terapias cuando las personas no puedan tener una respuesta adecuada al estímulo del baño marino (ancianos de edad muy avanzada o niños menores de 2 años), pacientes con enfermedades infecciosas, insuficiencia cardíaca, flebitis recientes, dermatosis, otitis, infecciones de las vías urinarias, alteraciones hepáticas graves, etcétera.

¿Cuándo y cómo es más aconsejable realizarlo?
  • Las horas de baño más favorables, siempre hablando a nivel de fisioterapia (cuidado con las quemaduras solares), son las últimas de la mañana hasta media tarde, siempre evitando el baño en las dos horas siguientes a la comida.
  • Es recomendable un ligero ejercicio físico y la exposición al sol antes del baño.
  • La entrada en el agua debe ser rápida y completa, de esta manera se obtiene mayor beneficio.
  • La duración del baño dependerá del individuo y de la temperatura del agua: cuanto más fría y agitada, más breve. En general, la duración media del baño en agua fresca será de 1 a 3 minutos, alargándose hasta los 15 en aguas más calientes, con sol intenso y escaso viento.
  • No se recomienda tomar más de un baño diario.
  • Después del baño, es recomendable realizar ejercicios físicos respiratorios y secarse al aire para facilitar el depósito de las sales sobre la piel.
Ya tenéis una excusa más para escaparos a la playa y disfrutar de los efectos de la fisioterapia en el agua del mar ;)

¡Feliz semana!

*Bibiliografía consultada: "Electroterapia, termoterapia e hidroterapia" - Cristina Aramburu de Vega, Emilio Muñoz Díaz y Celedonia Igual Camacho